¿Cuál es la mejor dieta para la operación bikini?

Llegadas estas fechas próximas al verano, muchas personas se someten a planes dietéticos estrictos y poco saludables para llegar más delgados a la playa o la piscina.

Es por ello que, generalmente conocemos como operación bikini, estrategias nutricionales en su mayoría mal pautadas en las que se limita la ingesta de comida drásticamente para perder la mayor cantidad de kilos en el mínimo tiempo posible.

Como sabemos que muchos de los que nos estáis leyendo os someteréis a este tipo de planes, en esta entrada de nuestro blog queremos dar una serie de pautas generales que os serán de gran ayuda para evitar problemas de salud y hacer más eficiente el proceso:

Prioriza el cambio de hábitos

Es decir, céntrate en adoptar hábitos saludables y en cambiar los que no lo son antes que en pasar hambre.

Pero, de nada servirá que reduzcas las raciones de comida y pasar un hambre atroz si sigues bebiendo alcohol los fines de semana o si sigues consumiendo bollería para merendar.

Pero, con cambio de hábitos no sólo nos referimos a los alimenticios: sería una magnífica idea acompañar el plan dietético con ejercicio físico adaptado a la persona, levantarnos del sofá y dejar a un lado conductas sedentarias para salir a correr, levantar pesas, coger la bicicleta o salir a pasear, cualquier actividad será bien recibida.

Ya que, centrar nuestros esfuerzos en cambiar hábitos hará que los cambios que se produzcan en nuestro cuerpo perduren en el tiempo y no se olviden una vez que empecemos a ir a la piscina a bañarnos.

«No te obsesiones con el peso, presta más atención a la masa grasa.»

Aunque sea más complicado de medir, ya que no todo el mundo tiene el material necesario, cuando buscamos adelgazar lo que queremos, por lo general, es perder masa grasa, no perder peso en general.

El hecho de que esa pérdida de peso fuera a partir de agua o de músculo podría tener consecuencias cuando termináramos de realizar dicha planificación, ya que sería mucho más fácil volver a recuperar (e incluso superar) el peso previo.

Es por esa razón que hacemos hincapié en recordar que el peso total no lo es todo, se pueden tener en cuenta más parámetros que en conjunto pueden determinar el grado de éxito de una planificación nutricional: perímetros, % de masa grasa, comparación con fotos, tallas de ropa…

Déjate aconsejar por un experto

Aunque muchos no lo crean, no hay nadie mejor que un dietista-nutricionista para ayudarte a conseguir una pérdida de grasa de manera saludable, eficiente y segura.

Seguramente tu amigo/pareja/influencer de turno sepa venderte su dieta de una manera espectacular, pero somos los dietistas-nutricionistas los que hemos estudiado una carrera universitaria durante cuatro años como mínimo (sin contar demás formaciones y experiencia profesional) para desenvolvernos en estas (y otras muchas) situaciones.

«Paciencia, los objetivos no se logran de la noche a la mañana»

Por muy impaciente que seas no busques cambios drásticos a corto plazo, los cambios físicos que se realizan de manera saludable llevan su tiempo.

Lo ideal es empezar estas estrategias nutricionales con suficiente tiempo de antelación, libres de presión por no llegar como queremos a las vacaciones.

Como se dice en estos casos, “Roma no se construyó en un día”.

Atención al efecto rebote.

Es un término bastante conocido en la sociedad, ya que es algo que suele ocurrir muchísimo cuando se diseñan pautas nutricionales que no son adecuadas ni adaptadas a la persona que las sigue.

plato con un guisante de la operación bikini

De hecho, según un estudio, más de 1/3 de las personas que inician una dieta sufren este efecto, algo que es muy frustrante para la persona que se ha esforzado en seguir una dieta estricta (no es necesaria para perder peso, pero nos encontramos muchas así en consulta).

Siguiendo consejos como los anteriormente mencionados, disminuiremos al mínimo la posibilidad de sufrir este efecto y tirar por tierra todo el trabajo previamente realizado:

Centrarse en el cambio de hábitos y en la pérdida de grasa son primordiales, y ser paciente y constante y que esta dieta esté supervisada por un nutricionista disminuyen muchísimo las probabilidades de recuperar (o superar) el peso perdido.

Evita los “productos milagro”

Creo que nadie nos quitará la razón si decimos que vivimos en una sociedad hiper influenciada por la publicidad y los medios de comunicación.

Es por ello que, muchísimas empresas promocionan sus productos como mágicos de cara a esta operación bikini, prometiendo una pérdida de peso sin esfuerzo y los venden como la solución a tus problemas, pero el efecto que sustancias legales puede tener en este proceso es mínimo.

Como podemos ver en: productos como batidos de Herbalife, o pastillas quema grasas solo funcionan cuando se acompañan con un déficit calórico en la dieta, o lo que es lo mismo, ingerir menos calorías de las que gastamos. Sin este déficit cualquier producto o alimento que tomemos no tendrá ningún efecto.

Y los “superalimentos», no exiten

Es decir, ningún alimento o suplemento te va a hacer perder grasa por sí mismo, huye de productos que prometen estos efectos y céntrate en mantener una dieta saludable, equilibrada y con un déficit calórico para lograr esa pérdida de grasa que se suele buscar en la “operación bikini”.

Como nutricionistas, además de seguir estas pautas que hemos detallado en el post, nuestro consejo es olvidarnos de dietas restrictivas, de sufrimiento con comidas que no gustan y de hambre debido a raciones mínimas.

Tenemos un concepto de dieta asociado a la comida insípida, el sufrimiento, el hambre y la estacionalidad que para nada se corresponden con la realidad que como profesionales nos encontramos día a día en consulta.

Desde Nutrygente entendemos que la labor del dietista-nutricionista es adaptar la dieta a ti para que llegues a tus objetivos sin pasar por un calvario, disfrutando del proceso y de los cambios que se producen en tu cuerpo.

Aunque muchos lean esto con incredulidad, se puede hacer perfectamente.

Sí, se puede perder grasa corporal sin pasar un hambre atroz, comiendo platos que te gustan y cambiando hábitos poco a poco, de cara a evitar el ya mencionado y temido efecto rebote.

Si necesitas nuestra ayuda en este proceso, estaremos encantados de poder echarte una mano para que lo compruebes tú mismo.