¿Qué es el SIBO? Dieta y tratamiento en el sobrecrecimiento bacteriano
En este nuevo artículo del blog, nuestros nutricionistas os traen información basada en evidencia científica acerca del sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado o SIBO, qué es y cuál es el tratamiento nutricional o dieta; este trastorno digestivo cada vez es más frecuente en nuestra sociedad y limita de cierta manera la calidad de vida de las personas que lo padecen.
El SIBO es una patología digestiva muy heterogénea que afecta principalmente al sistema digestivo, y que por tanto, tiene un impacto importante a nivel nutricional. La literatura disponible sobre este trastorno puede llegar a ser muy variada y poco esclarecedora, ya que hay mucha y muy variada. En este artículo queremos traer información clara y concisa basada en la evidencia científica actual sobre esta patología.
¿Qué es el SIBO o sobrecrecimiento bacteriano?
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, conocido por sus siglas en inglés como SIBO, es un trastorno heterogéneo caracterizado por una anómala y excesiva presencia de bacterias en el intestino delgado, que normalmente se encuentran en el intestino grueso.
En pacientes sanos, el intestino delgado presenta cantidades relativamente pequeñas de bacterias, ya que la velocidad de tránsito y la presencia de ácidos biliares, ácido gástrico o barrera gástrica, limita la presencia de microorganismos en él. Cuando se produce esta alteración en nuestra microbiota intestinal, aparecen consecuencias múltiples que derivan en síntomas y complicaciones gastrointestinales y extragastrointestinales

¿Qué síntomas tiene el SIBO?
Una vez sabemos qué es el SIBO vamos a describir cuales son los síntomas del sobrecrecimiento bacteriano. En este caso no son específicos de esta enfermedad, aparecen en multitud de trastornos digestivos diferentes, haciendo que su diagnóstico no sea para nada sencillo. Por lo general, podemos decir que más de dos tercios de los pacientes que padecen SIBO reportan los siguientes síntomas
- Dolor abdominal
- Diarrea
- Eructos
- Hinchazón
- Distensión
- Flatulencias
- Indigestión
Estos síntomas pueden aparecer de forma conjunta y varían en frecuencia, duración y gravedad según la situación patológica de cada persona.

¿Qué pasa si no se trata el SIBO correctamente con la dieta?
El SIBO que no es tratado correctamente puede desarrollar un conjunto de consecuencias a largo plazo que afectan al estado nutricional de la persona, como una mala digestión o malabsorción de ciertos nutrientes.
Debido a la lesión en el borde del cepillo de los enterocitos (células del intestino) provocada por el sobrecrecimiento de bacterias, se produce la disminución de las disacaridasas (enzimas que intervienen en la digestión de la lactosa, sacarosa, etc), lo que provoca su malabsorción, provocando distensión abdominal, diarrea y dolor abdominal.
Por otro lado, la mucosa del intestino delgado dañada puede disminuir la permeabilidad intestinal, aumentado la pérdida de proteínas, entre otros nutrientes.
Por si no fuera poco, los ácidos biliares secretados por la vesícula biliar pueden ser desconjugados por las bacterias, dando lugar a la pérdida de su funcionalidad y disminuyendo la absorción de vitaminas liposolubles y grasas. Este último hecho, a su vez, puede causar déficit de vitamina D (vitamina liposoluble), que trae consigo una menor absorción de calcio que podría resultar en calambres musculares y otros trastornos más graves como osteopenia y osteoporosis. El déficit de otras vitaminas como la B12 también puede aparecer debido al daño continuado provocado en el intestino con motivo del sobrecrecimiento
En fases más avanzadas del SIBO (si no se sigue el tratamiento adecuado para esta patología), se pueden presentar síntomas como la esteatorrea, pérdida de peso involuntaria e incluso anemia macrocítica.
¿Cómo los nutricionistas diagnostican el SIBO?
La prueba considerada como “gold standard” para el diagnóstico del SIBO es la toma y cultivo del contenido del yeyuno (la parte intermedia del intestino delgado), ya que se trata de la que más consenso genera. Sin embargo, la endoscopia es una prueba muy invasiva, y requiere de tiempo y sedación, por lo que no siempre se realiza.
Por lo general, cuando se presentan síntomas compatibles con SIBO, se realiza un test de aliento o hidrógeno espirado, aunque su fiabilidad es baja. Este método detecta la cantidad de metano e hidrógeno espirado después de una toma de lactulosa o glucosa. Las bacterias se encargan de producir estos gases al metabolizar los carbohidratos. Sin embargo, existe una gran prevalencia de falsos positivos.

¿Cuál es el tratamiento nutricional o dieta contra el SIBO?
Saber qué es el SIBO y su correcta identificación son claves de cara a su tratamiento, el cual podemos diferenciarlo en dos tipos: el tratamiento farmacológico y el tratamiento nutricional.
En cuanto al tratamiento farmacológico, suele ser a través de antibióticos que provoquen una disminución en las bacterias que están presentes de manera elevada en el intestino delgado, aunque es necesario acompañar también los fármacos con un tratamiento nutricional adecuado.
El tratamiento general del SIBO tiene tres partes diferenciadas, de las cuales depende la estrategia nutricional a seguir:
- Conseguir la remisión de los síntomas
- Mantener dicha remisión
- Tratar o modificar la causa directa/indirecta de SIBO
Esta estrategia nutricional se basa principalmente en las diferentes condiciones clínicas que van apareciendo en el desarrollo del tratamiento. Por lo general, el SIBO o se trata con una dieta baja en FODMAP (azúcares fermentables) ya que reduce la actividad de las bacterias y mejora la sintomatología en estos pacientes. Por lo que el mejor tratamiento para el sobrecrecimiento bacteriano es la combinación de una dieta adecuada (FODMAP) y su tratamiento farmacológico.
La dieta baja en FODMAP es una dieta muy restrictiva y que si no está bien pautada puede acarrear déficits nutricionales, por lo que nuestra recomendación es ponerse en contacto con un dietista-nutricionista que os ayude a llevar este tipo de dieta de una manera saludable.
La dieta deberá adaptarse al estado nutricional de cada persona de manera que, si se sufre desnutrición, se intentará hacer una dieta hipercalórica e hiperproteica, o si existe malabsorción de grasas, se tendría que valorar la suplementación de vitaminas liposolubles para salvar un posible déficit provocado por el estado del intestino delgado debido al SIBO..

Después de haber analizado la evidencia científica actual podemos concluir que el sobrecrecimiento bacteriano es un trastorno cada vez más frecuente en nuestra sociedad actual y, que como ocurre en otros muchos trastornos digestivos, su tratamiento nutricional es muy personalizado según el estado nutricional de la persona.
El tratamiento del SIBO irá encaminado a mejorar la calidad de vida del paciente disminuyendo los síntomas de esta patología y salvando los posibles déficits nutricionales que se hayan podido producir como consecuencia de la misma
Esperemos que este artículo te haya ayudado a informarte sobre qué es el SIBO y la estrategia nutricional utilizada para tratar esta patología. Si tienes cualquier duda sobre el tema o piensas que se nos ha olvidado comentar algo, estaremos encantados de poder ayudarte respondiéndote un comentario en este artículo o contactando con nosotros.
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