Dieta para colon irritable: alimentos y recomendaciones
Nuestros nutricionistas nos comentan que dieta seguir de cara a tratar el colon irritable o síndrome de intestino irritable. Seguramente hayas escuchado hablar alguna vez de él, ya que es una de las patologías asociadas a la alimentación con mayor prevalencia en nuestra sociedad actual. Por este motivo, hemos decidido escribir este nuevo post en nuestro blog, para comentar un poco este trastorno gastrointestinal que sufre gran parte de la población, su diagnóstico y tratamiento, ¡vamos a ello!
¿Qué es el Síndrome de Intestino Irritable o “Colon irritable”?
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) o “colon irritable” es un trastorno gastrointestinal funcional crónico caracterizado por cambios en los hábitos intestinales, alteración de las heces y dolor abdominal recurrente. Su prevalencia estimada en la población oscila entre el 5 – 20%, con una mayor prevalencia en mujeres que en hombres y normalmente en personas menores de 50 años o con niveles de estrés altos.
La naturaleza crónica del SII, con síntomas recurrentes y exacerbados de distensión abdominal e incomodidad, tiene un impacto negativo en la calidad de vida, la productividad laboral y el funcionamiento social, sin embargo, es importante dejar claro que la vida del paciente no está en riesgo.

El origen de este trastorno es multifactorial y heterogéneo, incluyendo una comunicación alterada entre el eje intestino-cerebro, dismotilidad intestinal, inflamación crónica de bajo grado, hipersensibilidad visceral, alteraciones del microbioma intestinal, predisposición genética, estrés y cambios dietéticos.
¿Cómo se diagnostica el colon irritable o síndrome de intestino irritable?
De acuerdo a los criterios de Roma IV para el diagnóstico de Síndrome de Intestino irritable (SII) o “colon irritable”, los criterios diagnósticos son:
Dolor abdominal recurrente (siendo el síntoma principal) al menos 1 día por semana en los últimos 3 meses, asociado con 2 o más de los siguientes criterios:
- Asociado con la defecación
- Asociado a un cambio en la frecuencia de las heces
- Asociado a un cambio en la forma (aspecto) de las heces.
Asimismo, se pueden diferenciar varios subtipos (con diarrea, con estreñimiento, con sintomatología mixta y SII sin clasificar) por lo que el correcto diagnóstico es fundamental.
¿Cuál es el tratamiento nutricional o dieta para el colon irritable?
Tradicionalmente, el tratamiento del SII se había centrado en la medicación farmacológica, (como los laxantes, antiespasmódicos o antidepresivos) junto con consejos dietarios clásicos (evitar el consumo de cafeína, alcohol, alimentos muy grasos o picantes junto con la realización de ejercicio físico regular).
Sin embargo, en los últimos años se ha prestado gran atención a las intervenciones dietéticas, y la dieta baja en FODMAP ha ganado importancia, siendo propuesta como terapia dietética de primera línea en el tratamiento del SII.

¿Qué es una Dieta baja en FODMAP y cómo afecta en el síndrome de intestino irritable?
Una dieta baja en FODMAP se refiere a seguir una dieta eliminando los alimentos vegetales ricos en Hidratos de Carbono de cadena corta fermentables como los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles. En pacientes con problemas gastrointestinales, los FODMAP llegan al colon sin digerir donde se fermentan, dando lugar a la producción de gases. Algunos FODMAP (sobre todo la fructosa) son osmóticamente activos, pudiendo atraer agua a la luz del intestino y provocando síntomas digestivos molestos.

Desde su inicio como posible tratamiento para el SII a principios del Siglo XXI, se postula como la mejor herramienta posible, experimentando mejoras en los síntomas gastrointestinales de media desde un 52% hasta un 86% de los pacientes con la patología gastrointestinal.
Aunque más adelante se presentarán los alimentos permitidos y no permitidos (es importante consultarlo también con el nutricionista), principalmente se basa en seguir una alimentación baja en cereales con gluten, lactosa, fructosa y ciertas legumbres/frutas/verduras. A pesar de que se excluirán alimentos en la primera fase del tratamiento, no se debe seguir esta dieta por más de 2-6 semanas porque se estarían eliminando alimentos muy saludables, altos en fibra e importantes para nuestra microbiota intestinal. Por ello, lo óptimo es ir introduciéndolos de manera progresiva para conseguir una adaptación.
El abordaje a través de la dieta baja en FODMAP se compone de 3 fases:
- Eliminación.
- Reintroducción de los alimentos con FODMAP de manera individual para determinar la sensibilidad de cada persona
- Personalización según tolerancias individuales
La fase de eliminación tiene una duración de 2-6 semanas y debe de ser considerada como una “prueba de diagnóstico” para determinar si el paciente es sensible a los FODMAP. Si no se obtuvieran mejoras la dieta debería ser interrumpida (buscando otras posibles alternativas), y si la exclusión da resultados positivos se debería proceder a la fase de reintroducción para verificar umbrales de tolerancia a los alimentos de manera individual.

La fase de reintroducción tiene una duración de 8-12 semanas, donde se introduce un FODMAP cada vez durante 3 días, aumentando el tamaño de la porción cada día y monitorizando la tolerancia.

Tras este periodo, el nutricionista se encargará de pautar una dieta de mantenimiento personalizada para uso a largo plazo, siendo ya conscientes de los alimentos que se toleran adecuadamente y los que no. Desde el punto de vista del paciente la dieta puede ser confusa, complicada y poco apetecible, por lo que la ayuda de un nutricionista resulta esencial para llevarla a cabo de manera exitosa.

Es importante resaltar que a pesar de que la patología no tiene riesgos importantes, la sintomatología que presentan la mayoría de pacientes disminuye mucho la calidad de vida.
¿Qué alimentos excluye e incluye la dieta baja en FODMAP?
Altos en FODMAP | Bajos en FODMAP | |
Cereales | Trigo, centeno, cebada (principalmente por el gluten) | Cereales sin gluten (avena, arroz, maíz, quinoa…) |
Frutas | Manzana, albaricoque, moras, cerezas, dátiles, pomelo, mango, pera, sandía, melocotones, nectarinas | Plátano poco maduro, uvas, kiwi, limón, mandarina, naranja, papaya, piña, melón |
Verduras | Alcachofa, espárragos, coliflor, ajo, puerro, champiñones, cebolla, guisantes. | Brócoli, zanahorias, pepino, berenjena, col, lechuga, aceitunas, rábano, judías verdes, patata, calabacín espinacas, tomate, pimiento verde |
Fuentes de proteína | La mayoría de legumbres y carnes procesadas. | Edamames, garbanzos, ternera, pollo, huevo, pescado/marisco, cerdo, tempeh, tofu |
Azúcares, edulcorantes y productos de confitería | Jarabe de maíz, miel, productos de confitería sin azúcar | Chocolate negro, jarabe de arce, azúcar de mesa |
Frutos secos y semillas | Anacardos, pistachos | Nueces de macadamias, cacahuetes, semillas de calabaza, nueces |
¿La dieta sin gluten puede ser otro tratamiento para el colon irritable?
A pesar de que ha habido un crecimiento exponencial de la dieta sin gluten en la última década por los efectos beneficiosos que achacan algunas personas famosas como el tenista Novak Djokovic, no se recomienda seguir una dieta sin gluten antes de realizar las pruebas diagnósticas correspondientes a la enfermedad celíaca.
Excluir el gluten de la alimentación antes del resultado médico podría retrasar el diagnóstico debido al falseamiento de las pruebas serológicas y/o biopsia intestinal. Por lo tanto, excluir el gluten de la dieta por un largo periodo de tiempo no se recomienda para personas con síndrome de intestino irritable, además de que la propia dieta baja en FODMAP supervisada por un Nutricionista cuenta con mayor respaldo científico y durante la fase de reintroducción se podría comprobar de manera más fehaciente si el gluten es realmente el problema.
¿Existen otras pautas o recomendaciones para el colon irritable?
- Se aconseja establecer un patrón de alimentación mínimo regular (desayuno, almuerzo, cena), evitando llevar un patrón dietético irregular y comidas muy abundantes.
- Comer sin prisas, masticando bien los alimentos
- Evitar el alcohol, pudiendo afectar a la permeabilidad intestinal.
- Evitar la cafeína si produce gran efecto laxante, debido a que estimula la activación motora colónica en personas más susceptibles.
- Reducir el consumo de grasas saturadas y alimentos picantes.
- Aumento gradual de la ingesta de fibra dietética, hasta alcanzar un total de 14g /1000 kcal.
- Correcta hidratación a lo largo del día.
- Realizar ejercicio físico regular y evitar el sedentarismo.

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